domingo, 17 de abril de 2016

¿verdad?

Hoy quiero escribir por ti, lindx, tiernx e inigualable ser; siento mucha ternura por ti incluso hasta me enamoré jiji, pareces ser muy inofensivx y me gustas mucho. No sé como expresar esto que siento por ti, te me pareces muy familiar pero a la vez muy lejano; como si me hubieses acompañado siempre; te quiero abrazar, besar y acariciar toda esta noche lluviosa de abril bonitx de largos cabellos castaños y hermoso ser.
Siento pena al pensar que nunca llegaré a ser tan buena para ti y que nunca probaré el elixir de tus caderas, la suavidad de tu sonrisa o la dulzura de tu risa; creo que me enamoré el día que te vi sentadx en aquél sillón café de recepción donde calidamente esbozabas sonrisas en tercera dimensión y enamorabas a tus receptores.
Tus ojos cafés claros-oscuros me inspiran a escribir esta noche otoñal donde la satividad de la naturaleza habita mi cuerpo y controla la racionalidad de mi. Como gustaría que el resto de la humanidad admirara la belleza que habita en ti, una simpleza tan sexy y a la vez inocente.
Debo también recordar la extraordinaria gama de conocimientos que reside en tu mente, con tantos números, funciones, y ecuaciones; malditas ecuaciones como arruinaron y empeoraron las funciones.
Caray! Como me gustas, tu sonrisa mezclada con el brillo de tus ojos niñx, cómo lo haces que me traes loca, no paro de mirarte e incluso te advierto que he intentado parar pero es que no puedo solo tienes que existir y ya vuelves mi día más lindo, alejas nuestro espacio del espacio vivir convirtiéndolo en una dimensión extraña que ni Hawking entendería. Imagínate nada más como estoy de perdida por ti y finalmente solo puedo dejarte ser.
Nunca seré la hipotenusa de tus catetos y creo que es lo más triste de la vida porque habría resuelto la hipótesis de Riemann por ti.
Buenas noches queridx; te deseo unos lindos sueños disculpandome por la falta de sintaxis y finalmente admitiendo que me enamoré de una niñx que entrega vida a través de una sonrisa.

domingo, 3 de abril de 2016

confesión

Me encuentro sentada donde normalmente solíamos entregarnos el uno al otro, hoy te fuiste de mi pero no sin antes amarnos ferozmente. Me descuartizaste con tus manos para enterrarme en un suelo de rosas rojas, mi alma se siente conjugada a la tuya, casi como si se conociesen desde hace años.
Tú mi caballero de armadura oxidada, llegaste a tierras nunca antes colonizadas casi inexistentes para mi, pero me temo que pese al cariño, cálido, tímido y sincero que sentimos hoy decido dejarte.
Quiero que tu alma llegue a tocar las estrella u el mismo cinturón de Orion, te quiero libre, lleno de vida corriendo fugazmente por la vida, libre de toda culpa, suplicio o miseria que la misma te puede dar. Quiero que no te bañes, que no uses desodorante, deja de intentar ser lindo para las personas y se lindo para ti, entrégale a la vida lo que tu eres y al carajo a quien no le gustes.
Te amo, eternamente recordaré tus pecas o el lunar tosco de tu trasero el cual nunca mencionaré con nadie, pero somos muy buenos para nosotros mismos, no eres tú y mucho menos yo, no es nadie.
Te amo pero no me quiero permitir acabar mi vida así, aún somos muy jóvenes para este amor tan real, debemos seguir conociendo y amando, si un día vuelves quizás estemos juntos hasta la muerte o sólo lo que dura un café, no nacimos para buscarnos uno al otro si no que para vivir hasta donde más se pueda y así por azares de la vida nos elegimos entre un mar de gente simplona y  reglas.
No me intento despedir ni amortiguar tu caída, quiero que tu alma se calme y entienda mis razones de apartarme de su camino, no es eterno, solo momentáneo; no espero olvidarme de ti mucho menos que tu me olvides a mi, pero quiero profundamente que nuestros caminos se junten solo que en otras instancias.


Carta abierta a un corazón ilusionado